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En una fría mañana de octubre de 2022, Logan LaFreniere se despertó en su hogar de Milton, Ontario, para descubrir que la entrada donde normalmente estacionaba su auto estaba vacía. Su nueva camioneta Ram Rebel había desaparecido. Las imágenes de la cámara de seguridad mostraban a dos hombres encapuchados que, en plena noche, irrumpieron en el vehículo y lo sacaron con facilidad.
El caso de LaFreniere no es un hecho aislado. En 2022, más de 105,000 vehículos fueron robados en Canadá, lo que equivale a un auto robado cada cinco minutos. El propio Ministro de Justicia federal de Canadá fue víctima de este fenómeno, con su Toyota Highlander XLE siendo robado en dos ocasiones.
La magnitud del problema es tal que Interpol incluyó a Canadá en mayo pasado en su lista de los 10 peores países en cuanto a robos de automóviles, un reconocimiento sorprendente dado que el país comenzó a compartir sus datos con la organización internacional solo en febrero.
Una Epidemia Nacional
Las autoridades canadienses han destacado que una vez robados, estos vehículos suelen ser utilizados para cometer otros delitos violentos, vendidos a ciudadanos desprevenidos dentro del país, o enviados al extranjero para su reventa. Interpol ha identificado más de 1,500 automóviles robados en Canadá desde febrero, con aproximadamente 200 vehículos adicionales siendo identificados cada semana en puertos internacionales.
Este auge en el robo de vehículos ha sido tan grave que la Oficina de Seguros de Canadá lo declaró una "crisis nacional". En 2023, las aseguradoras pagaron más de 1,500 millones de dólares canadienses (US$1,100 millones) en reclamos por robo de vehículos.
Medidas de Protección Personalizadas para el Robo de Automóviles en Canadá
La creciente ola de robos ha impulsado a muchos canadienses a tomar medidas preventivas para proteger sus automóviles. Algunas de estas medidas van desde la instalación de rastreadores GPS en los vehículos hasta la contratación de seguridad privada en los vecindarios. Los residentes de áreas afectadas, como Nauman Khan de Mississauga, han respondido creando negocios dedicados a la instalación de bolardos retráctiles en las entradas de las viviendas, similares a los que se ven en bancos y embajadas, con el fin de disuadir a los ladrones.
Khan, quien se convirtió en empresario después de ser víctima de un robo de automóvil, ha escuchado muchas historias similares de inseguridad en su comunidad. La alta demanda de estos servicios refleja el creciente malestar de los ciudadanos frente a la ola de delitos.
Comparación Internacional y Causas del Aumento
A pesar de la baja población en comparación con EE.UU. y Reino Unido, Canadá experimenta tasas de robos de automóviles que rivalizan con las de estos países. En 2022, Canadá reportó una tasa de 262.5 robos por cada 100,000 habitantes, una cifra cercana a la de EE.UU. con 300 robos por cada 100,000 personas, y superior a la de Inglaterra y Gales, que reportan 220 robos por cada 100,000 personas.
El aumento de robos en los últimos años se debe en parte a una escasez mundial de automóviles causada por la pandemia de COVID-19, lo que ha incrementado tanto la demanda de vehículos nuevos como usados. Además, el mercado internacional en auge para ciertos modelos de autos ha convertido el robo de vehículos en una fuente lucrativa de ingresos para organizaciones criminales.
Falta de Controles en los Puertos y Problemas Institucionales
Elliott Silverstein, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Canadiense del Automóvil, señala que el sistema portuario de Canadá es particularmente vulnerable a estos delitos debido a la falta de controles efectivos sobre las exportaciones.
Mientras que en países como EE.UU. se usan escáneres avanzados para detectar contrabando y otras irregularidades, en Canadá, la inspección de contenedores es limitada y el personal portuario carece de autoridad para realizar revisiones sin una orden judicial.
A pesar de que el gobierno canadiense ha prometido inversiones significativas para mejorar la capacidad de inspección de contenedores en los puertos y proporcionar más fondos a la policía para combatir el robo de automóviles, persisten serios desafíos.
La falta crónica de personal en la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) y la obsolescencia de la tecnología de inspección contribuyen a la magnitud del problema.
La Experiencia de Logan LaFreniere y la Esperanza de Soluciones
Para Logan LaFreniere, el robo de su Ram Rebel y posteriormente de su Toyota Tundra, a pesar de las medidas de seguridad adicionales, ha sido una experiencia extremadamente desalentadora. La frustración de ver su camioneta de ensueño robada, incluso con dispositivos de seguridad instalados, ilustra la dificultad de combatir una crisis de robos tan extensa.
Mientras LaFreniere finalmente vendió su Tundra, muchos canadienses continúan buscando formas de proteger sus vehículos y esperando que las autoridades y los fabricantes de automóviles encuentren soluciones efectivas para enfrentar esta crisis nacional.
En conclusión, la ola de robos de automóviles en Canadá refleja una crisis de seguridad que afecta a ciudadanos comunes y a las instituciones encargadas de protegerlos.
A medida que se enfrentan desafíos en la implementación de medidas de prevención y en la mejora de la infraestructura para combatir el delito, la comunidad espera que las reformas y esfuerzos actuales logren una reducción en esta epidemia de robos.
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