En Argentina, la actual administración está implementando lo que el gobierno mismo ha calificado como "el ajuste más severo en la historia", y uno de sus impactos más notorios es la disminución en el consumo de tres productos icónicos del país: carne, leche y yerba mate.
Al asumir la presidencia, el economista "libertario" Javier Milei simbólicamente activó la famosa "motosierra" que había mostrado durante su campaña.
En sus primeros tres meses en el cargo, redujo el gasto público en un 13% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significó una disminución drástica del enorme déficit fiscal que afectaba a Argentina.
El gobierno afirma que este ajuste, sin precedentes a nivel mundial en tan poco tiempo, ha contribuido a enfrentar uno de los principales problemas del país: la inflación, que alcanza casi el 290% anual, la más alta del mundo.
En marzo, los precios disminuyeron por tercer mes consecutivo, y la mayoría de los pronósticos, tanto gubernamentales como privados, indican que en abril la inflación continuó bajando, algunos incluso sugieren que podría alcanzar cifras de un solo dígito mensual, lo que podría interpretarse como un indicio de que las medidas gubernamentales están teniendo efecto.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es una recesión severa, exacerbada por muchas de las medidas tomadas por Milei, como la devaluación del peso a la mitad, la reducción drástica de las tasas de interés y, sobre todo, el control de las jubilaciones y los salarios, que han quedado rezagados respecto a la inflación.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que inicialmente pronosticaba un crecimiento del 2,8% para Argentina en 2024, revirtió su previsión después de los anuncios del nuevo presidente, estimando ahora una contracción del 2,8% para este año (seguida de un crecimiento del 5% el próximo año).
La desregulación de varios sectores económicos y la "normalización de precios" que habían quedado retrasados durante los gobiernos anteriores han llevado a un aumento significativo en los precios de muchos bienes y servicios, lo que ha apretado aún más los bolsillos de los argentinos, que ya tenían uno de los salarios más bajos de América Latina.
Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la Central de Trabajadores de Argentina (CIFRA-CTA), publicado en abril, el poder adquisitivo del salario mínimo ha disminuido en un tercio (34,1%) desde la asunción de Milei.
Como resultado, el consumo masivo ha caído considerablemente.
En marzo, registró su cuarto mes consecutivo de descenso, con una disminución interanual del 19%, según la consultora Focus Market.
La evidencia más clara de esta crisis se ve en la caída de las ventas de tres productos muy consumidos por los argentinos.
LECHE_ Caída en el primer trimestre: 18,7%
La leche y sus derivados son parte fundamental de la dieta argentina, pero el aumento del precio de la leche, que más que duplicó su valor en solo tres meses, llevó a muchos a dejar de consumir lácteos como quesos, yogures y manteca.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC), el volumen de ventas de productos lácteos en el mercado interno cayó un 18,7% en los primeros tres meses del año en comparación con el mismo período del año anterior.
Paradójicamente, los productores de leche, que habían estado en crisis durante muchos años, han experimentado una mejora en su situación recientemente, gracias a las exportaciones de leche en polvo, el principal producto de exportación de la industria láctea argentina, cuyo precio internacional supera los US$3.200 por tonelada.
CARNE: Caída en el primer trimestre: 17,6%
Argentina es conocida por la calidad de su carne, pero muchos han tenido que reducir su consumo debido a la situación económica. El consumo per cápita de carne vacuna disminuyó significativamente en el primer trimestre de este año, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de Argentina (CICCRA).
Aunque el consumo interno ha caído, la exportación de carne argentina han aumentado considerablemente, con China como principal comprador.
YERBA MATE: Caída en el primer trimestre: 9,2%
Aunque tradicionalmente el consumo de yerba mate es resistente a los cambios de precio, incluso este producto ha experimentado una disminución en las ventas en el mercado interno. Esto se atribuye a la pérdida de poder adquisitivo de las familias de bajos ingresos, aunque las exportaciones han aumentado considerablemente.
A principios de abril, el gobierno desreguló el mercado de la yerba, pero algunos temen que esto pueda llevar a un aumento de los precios debido a la concentración de la producción en unas pocas empresas.
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