"Estoy acostumbrada. Para mí es un hábito."
Yuna Ku, periodista del Servicio Coreano de la BBC y residente en Seúl, explica que en su complejo de apartamentos de 2.000 viviendas, paga por reciclar sus restos de comida en máquinas equipadas con sensores.
El reciclaje de residuos alimentarios en Corea del Sur puede parecer complicado, pero ha convertido al país en un modelo a seguir a nivel mundial.
Jae-Cheol Jang, profesor en el Instituto de Agricultura de la Universidad Nacional de Gyeongsang y coautor de un estudio sobre este sistema, menciona que en 2022 se procesaron alrededor de 4,56 millones de toneladas de restos de comida, provenientes de hogares y negocios. De esta cantidad, el 97,5% se recicla, lo que representa un porcentaje impresionante comparado con países como Estados Unidos, donde casi el 60% de los residuos alimentarios terminan en vertederos.
La ONU destaca el problema del desperdicio de alimentos globalmente, estimando que en 2019 se generaron 931 millones de toneladas. Este tema se conmemora cada 29 de septiembre en el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.
Un cambio histórico
En 1996, Corea del Sur solo reciclaba el 2,6% de sus residuos alimentarios. Sin embargo, a raíz de la industrialización y urbanización de los años 80, surgieron problemas sociales como la gestión de desechos. El aumento de vertederos cerca de áreas residenciales generó protestas.
Las campañas ciudadanas llevaron al gobierno a implementar un sistema de gestión de residuos que incluyó un sistema de pago por la cantidad de basura generada. En 2005, se prohibió el desecho de restos de comida en vertederos, y en 2013 se instauró el sistema actual de "Pago por Peso de Residuos de Comida".
Opciones de reciclaje
El sistema de reciclaje varía por región, pero generalmente incluye tres métodos:
Bolsas autorizadas: Los residentes compran bolsas especiales para residuos alimentarios. Por ejemplo, una bolsa de tres litros cuesta 300 won, aproximadamente 20 centavos de dólar.
Calcomanías: Restaurantes utilizan stickers que se compran previamente y se colocan en recipientes de desechos según su peso.
Máquinas con identificación por radiofrecuencia (RFID): Yuna ahora utiliza máquinas que pesan los residuos y calculan el costo. El sistema deduce automáticamente el costo en su factura mensual.
Compromiso y sanciones
La población en general cumple con las normativas, que incluyen separación de materiales reciclables. Aquellos que no cumplen enfrentan multas, que pueden superar los 70 dólares para hogares y 7.000 dólares para negocios.
Reciclaje efectivo
Los residuos reciclados se utilizan principalmente como ración para animales (49%), abono (25%) y producción de biogás (14%). A pesar de su éxito, el sistema enfrenta desafíos, como el riesgo de salud animal y el alto contenido de sal en la comida surcoreana.
Lecciones para otros países
El sistema coreano combina incentivos financieros, educación pública y regulaciones estrictas, lo que lo convierte en un modelo a seguir. Sin embargo, la aplicabilidad de este enfoque en países con menor ingreso podría ser diferente. En naciones con inseguridad alimentaria, la prioridad debe ser maximizar el uso de alimentos, enfocándose en la reducción de pérdidas y donaciones.
Rosa Rolle, experta de la FAO, subraya que las políticas deben adaptarse al contexto local, resaltando que no existe una solución universal para el desperdicio de alimentos.
Fuentes: BBC.
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